¿Nos preparan para volvernos miserables?

Nos “preparan” para ser exitosos, ¿bajo que términos y a que costo? ¿A costo de nuestra salud física y mental?

Se olvidan decirnos que en los términos que competen a la palabra “éxito” está lidiar con el estrés, superar frustraciones, enfrentarse a lo “desconocido” que ya es conocido por muchos… ¿Para qué? ¿Para ser aceptados en una sociedad a la que no le importamos? ¿Para poder presumir de nuestros logros o las cosas que compremos? ¿Eso buscamos del éxito?.. No creo, ¿verdad? Más bien, ¿por qué no buscamos sentirnos bien por encima de nuestro ego? ¿Por qué no buscamos estar en paz con nosotros mismos? ¿Por qué no complacemos principalmente a la voz de nuestro interior? ¿Por que nos castigamos tanto por tratar de ser otro, cuando ya somos alguien de por sí?

A todos les dicen que deben ser capaces de lograr cosas, pero ¿por qué no somos capaces de amar y amarnos sanamente? ¿por qué no somos capaces de ser felices? Somos más capaces de aspirar a un buen sueldo que a sentirnos dichosos con lo que somos y tenemos. De nada sirve el dinero, si no eres feliz. De nada sirven las posesiones, si no te tienes a ti mismo. De nada sirve el ego, si no tienes quien te ame. De nada sirve el éxito, si te sientes miserable.

¿Por qué le damos más cavida a ciertas capacidades que con el tiempo nos hacen sentir miserables? ¿Por qué no decimos alto a todo eso? Pues creo que porque no nos enseñaron a ser merecedor de una vida plena, sino de una vida de apariencias llena de cosas que no tienen nigún significado sustancial. Nos enseñaron a complacer a otros y no a nosotros mismos. Nos enseñaron que el dinero nos cataloga y que todo tiene un precio. Nos enseñaron que importa más el logro que el aprendizaje. Nos enseñaron a aprovecharlo todo, menos nuestra propia vida. Nos enseñaron a ganarnos la vida, pero a costa de perderla en ese intento.

Por eso con el tiempo terminamos programados para sentirnos miserables por todo, ya sea si nos va bien o nos va mal. Si nos va bien, nos sentimos miserable por lo que aún nos hace falta. Y si nos va mal, nos sentimos miserables por la decepción.

El éxito que nos venden hoy en día es para volvernos miserables. Y cuando nos damos cuenta de eso puede que ya sea tarde de ser quién tenemos que ser, de lograr lo que teníamos que lograr, de cumplir nuestro propósito de vida, de ser uno mismo y de amar y ser amado de verdad.

Deja de sentirte miserable por todo. Nada en esta vida está bien ni mal en realidad. Todo estará bien mientras, hagas lo que hagas, no te sientas miserable, porque si te sientes miserable, entonces, estará mal. Asimismo, sé sensato al hacer las cosas; podrás mentirle a todo el mundo, pero no a ti mismo. Por tanto, mientras seas sensato no existirá ni el bien ni el mal, ni buenas ni malas decisiones, sólo la satisfacción plena de haberse llevado a cabo lo que deseas. Por eso, cuando seas sensato contigo mismo no existirá el sufrimiento, porque hagas lo que hagas lo harás con la razón y el corazón. Por último, no bastan los valores, ni la ética ni la moral, mientras no seas sensato contigo mismo.

Así que no seas “exitoso”, no seas “millorario”, sino serás miserable… sé feliz y solo así serás exitoso, solo así te tendrás y no te hará falta nada.