Hoy me elijo a mi… por encima de ti y de todos. Porque aprendí que primero tengo que estar para mí. No puedo estar bien con nadie, sino lo estoy conmigo mismo primero. No puedo amar a alguien más, sino no me amo antes. No puedo mostrarme tal cual como soy, si ni siquiera me conozco. Por eso hoy me elijo.
Si en el caso vuelvo, lo haré superado, renovando, reinventado… Lo haré con una mejor comprensión de mi mismo, para así poder lidiar con los demás, dado que de ese modo podré también transformarlo todo para mi propio bienestar. Y no, no es egoísmo, es amor propio. Algo que jamás me mostraron, algo que jamás probé, ya que no lo enseñan ni lo venden en ese mundo que hoy, por elegirme, renuncio.
Renuncio a todo, incluso a la vida, pero a esa vida que me dijeron que debería de vivir, esa vida para otros y no para mi. A esa vida la liquidaré, la asesinaré, la haré pedazos… porque jamas me hizo feliz. Y de esos pedazos, de esas cenizas… volveré a nacer.
Ahora tomo una nueva vida, aunque eso me implique empezar de nuevo y sin nada… Dado que, si ese es el precio que hay que pagar por ser feliz, lo hago, porque lo valgo. Y lo volveré a pagar las veces que sean necesarias.
Una nueva vida donde el principal referente seré yo y mi felicidad. Donde mis metas complazcan a mi paz y no a mi ego. Donde mi destino sea vivir y no aparentarlo. Donde la muerte sea el ingrediente perfecto para vivir y no para morir cada día. Una nueva vida que comienza ahora.