¿Que esperas encontrar una relación? ¿Perfección? ¿Idealismo? Si es así, estas perdido o perdida. No lo encontrarás.
El amor es imperfecto porque las personas lo son también, y el tiempo te enseñará a encontrar la perfección en ello: en los defectos y virtudes. Y si hasta hoy en día aún no lo haz aprendido, entonces estás condenado a vivir ilusionado en un imposible, y eso no es vivir.
El amor es tu karma, es tu espejo, un mundo lleno de lecciones… que no cualquiera está dispuesto a explorar, ¿sabes por qué? Por qué se topan con mucho de lo que de por sí llevan dentro y que no han sanado con el paso del tiempo. De modo que, el amor es eso, es lo que somos, lo que llevamos dentro, y se nos presenta de ese modo: a consecuencia de lo nos hemos convertido, de lo que hemos superado y de lo que no, de lo que hemos sanado y de lo que no, de lo que hemos reído, llorado, suspirado, gritado, odiado… y de lo que no.
El amor es extraño, y es en esa extrañeza donde se encuentra lo maravilloso. Y cuando lo entiendas, no volverás a ser el mismo jamás. Porque el amor enseña mucho, mucho de lo que eres, de lo que fuiste y de lo que serás, y es en todo ello que tienes como consecuencia al ser que tienes al lado… para bien o para mal.
El amor no es para cualquiera. El amor es para valientes, porque para el amor no solo basta con ser feliz, sino también con compartirlo, pero de un modo constructivo, sano… donde tu única recompensa es ver feliz a alguien más, es decir, al ser amado, así sea contigo o no. Eso es el amor, el verdadero, aquel que muy pocos experimentan verdaderamente, por la simple y sencilla razón de que no se lo merecen, o porque simplemente están en el camino equivocado de la posesividad, ya que el amor es libertad… pura libertad.